El césped da un toque muy elegante a los jardines. Y, pese a los cuidados que requiere , cada vez son más los que no dudan en destinar una parte del presupuesto del jardín a él. Es muy recomendable escoger el tipo de césped más adecuado teniendo en cuenta el clima que tenemos.
En los viveros y tiendas de jardinería se encuentran mezclas de hierbas ya preparadas y clasificadas. Así, si por ejemplo vives en una zona muy calurosa y donde las precipitaciones son muy escasas, lo ideal sería comprar césped mediterráneo ya que no necesita tanta agua como otros.
Para plantarlo es preferible esperar a la primavera, aunque si en tu zona los inviernos son suaves puedes empezar a preparar el terreno hacia la mitad de la mencionada estación. Tras haber quitado las piedras, nivelar el terreno, instalar un sistema de riego por goteo y abonar con fertilizantes naturales (como humus de lombriz o estiércol de caballo), se podrá proceder a sembrar las semillas.
Por lo general, se sembrarán unos 35-40 gramos por cada metro cuadrado, pero esta cifra puede variar dependiendo de la marca y de las propias hierbas que formarán el césped.
Cuando hayas terminado de sembrarlas, habrá llegado el momento de regar. Como es el primer riego, deberá ser generoso con el fin de humedecer bien el terreno. En pocos días germinarán.