Entre las maravillas naturales de Nueva Zelanda se encuentra la Cueva Waitomo, este sitio tan hipnotizante que ha llamado la atención desde hace más de dos siglos. Cuenta la leyenda que fue en 1887 cuando el jefe maori Tane Tinorau, acompañado por el inglés Fred Mace, exploró el interior de la cueva mientras flotaban clandestinamente en una balsa iluminada por velas.
Conforme fueron introduciéndose a la cueva, descubrieron una gruta con una miríada de destellos azulados reflejados en el agua en su techo. Al subir la mirada, hacia el techo, se dieron cuenta que la oscuridad estaba siendo iluminada por la sorprendente alquimia de las luciérnagas.
Fuente: eoosfera.com