Estético y profundo, el arte de la florería es un homenaje a la naturaleza en ambientes primordialmente urbanos. Se trata de un método terapéutico que no sólo posee la capacidad de cuidar al planeta, también de regular síntomas asociados con la depresión, ansiedad y bipolaridad.
Como una manera de regular el estrés de la vida docente en Nueva York, San Francisco y Portland, Jill Bliss comenzó a desarrollar el arte de la florería con hongos. Vendíó su casa y fué a vivir a las islas Salish Sea en Canadá, lugar que funge como inspiración para su marca Nature Medleys. Los arreglos florares de Bliss se componen de una combinación de decoro, fotografía y una muestra de las plantas y hongos endémicos del lugar, reflejando la belleza de la biodiversidad de una región específica del planeta.
Fuente: ecoosfera.com