El mundillo es un arbusto de hoja caduca de la familia de las caprifoliáceas. Crece deprisa, con hábito denso y redondeado, pudiendo alcanzar los 4 metros de altura.
Presenta varios tallos que crecen juntos desde el suelo. Las hojas nacen opuestas, con un largo peciolo; son lobuladas, con el margen dentado y adquieren bonitas coloraciones otoñales. Las flores se dan avanzada la primavera; al salir son de color verde y finalmente se vuelven blancas y forman esferas compactas, de unos 10 cm., y muy vistosas. De ellas el nombre de “bola de nieve”. Las flores exteriores son estériles. Los frutos son drupas de color rojo, maduran en verano y son tóxicos para las personas. El mundillo también tiene aplicaciones medicinales.
Esta planta es originaria de Europa, norte de África y Asia.
Debe situarse al sol o a media sombra. Resiste a las heladas y está mejor protegido de los vientos. Habita en zonas húmedas y frescas. En cualquier tipo de terrenos, incluso calcáreos, ricos, sueltos y con buen drenaje.
Sencillo de cultivar, el mundillo es interesante todo el año. Como ejemplar aislado o formando setos. Necesita la humedad, por lo que en los veranos calurosos no debe faltarle el agua. Aguanta bien la contaminación.
No hace falta podarla, después de acabada la floración se pueden cortar algunos de los tallos más viejos o que no den flor. Admite podas drásticas cortando los tallos desde abajo.
Se multiplica por acodo o por esquejes.