Si tienes un balcón o una terraza te puedes animar a plantar frutales enanos. Ocupan poco espacio y producen frutos grandes, abundantes y sabrosos, igual que sus hermanos mayores.
Plantación
En la maceta, precisan una mezcla de 50% de tierra de jardín fértil y bien drenada, puedes colocar una primera capa de bolitas de arcilla, y un 50% de turba rubia o de sustrato universal para plantar.
Mantenimiento
El mantenimiento de estos árboles enanos es sencillo, precisan riegos regulares siempre evitando que el agua se encharque, y protégelos de las plagas. Muy importantes son las podas periódicas ya que mantienen la estructura del árbol y estimulan su crecimiento. Durante la primavera puedes añadir al riego un abono de larga duración. Es aconsejable trasplantarlos cada 2 años.
Exposición
Precisan luz y bastante calor, en lugares muy fríos y con heladas regulares, debes protegerlos con un plástico o cubierta.
Curiosidad
En las condiciones ambientales correctas y con unos sencillos cuidados, los frutales enanos ofrecen agradables sorpresas. Pueden alcanzar los 2 metros de altura y, a menudo, empiezan a fructificar antes que los ejemplares grandes y, además, suelen producir más fruta.
Macetas
Debes plantarlos en recipientes grandes y profundos. Los mejores son los de barro cocido o terracota porque permiten una mejor respiración de las raíces. Los de madera también son adecuados. Los de plástico son cómodos y fáciles de transportar.